sábado, 17 de agosto de 2013

La EESO 304 en marcha...

Del papel a la escena 

Rodolfo Walsh



"TRES PORTUGUESES BAJO UN PARAGUAS...(Sin contar el muerto) 
                                                                                 Rodolfo Walsh


Cuento adaptado y protagonizado por alumnas de 3er. Año de EESO Nº 304 "Justo José de Urquiza", de Fuentes, Santa Fe.  
Brenda Fernández,
Luisina Fuentealba,
Juan Cruz Hernández,
Caren Lobos, 
Ayelén López,
Martina Sacripanti.

El cuarto portugués no dijo nada.
Tenía una bala en la nuca. 
Estaba borracho de muerte... 

Son algunas de las expresiones vertidas por este genial autor rionegrino, desaparecido en 1977, bajo las balas de la dictadura militar en su cuento "Tres portuguese bajo un paraguas...(sin contar el muerto)" publicado póstumamente en 1987.

Su muerte, lejos de acallar las voces las elevó, multiplicándose en los diferentes ámbitos, pues su vida y su obra fue retratada en el documental "P4R+Operación Walsh" (2000) de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora y ha recibido premios nacionales (Cóndor de Plata a mejor videofilme, año 2000) e internacionales.


La personalidad de Walsh ha sido destacada en los ámbitos literarios como un caso paradigmático de la tensión entre el intelectual y la política, o entre el escritor y el compromiso revolucionario.

Su Carta Abierta a la Junta Militar fue uno de los testimonios más estremecedores del siglo XX.

Así escribía:

Yo busco una muerta, un lugar en el mapa. Aún no es una búsqueda, es apenas una fantasía: la clase de fantasía perversa que algunos sospechan que podría ocurrírseme.
Algún día (pienso en momentos de ira) iré a buscarla. Ella no significa nada para mí, y sin embargo iré tras el misterio de su muerte, detrás de sus restos que se pudren lentamente en algún remoto cementerio. Si la encuentro, frescas altas olas de cólera, miedo y frustrado amor se alzarán, poderosas vengativas olas, y por un momento ya no me sentiré solo, ya no me sentiré como una arrastrada, amarga, olvidada sombra.
El coronel sabe dónde está.
Se mueve con facilidad en el piso de muebles ampulosos, ornado de marfiles y de bronces, de platos de Meissen y Cantón. Sonrío ante el Jongkind falso, el Fígari dudoso. Pienso en la cara que pondría si le dijera quién fabrica los Jongkind, pero en cambio elogio su whisky.
El bebe con vigor, con salud, con entusiasmo, con alegría, con superioridad, con desprecio. Su cara cambia y cambia, mientras sus manos gordas hacen girar el vaso lentamente.
Fragmento del relato "Esa mujer"

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