Como siempre dije, es importante destacar el esfuerzo que realizan los jóvenes du8rante su vida estudiantil y por lo tanto mostrar al mundo sus trabajos, por eso este blog no es sólo mio sino que también es de nuestros alumnos, los de la Institución Escolar, por lotanto aquí comparto con todos ustedes los cuentos de Cecilia y en el próximo blog el de Rocío, Melisa y Virginia. Esperamos que les gusten y nos suban sus comentarios:
Viaje a la Tierra
La nave se puso en marcha con sólo presionar un botón, y sin moverse de donde estaba, se elevó para luego partir hacia su planeta de origen. El viaje fue como todos esperaban: rápido, cómodo y sin contratiempos. La conducción de la nave del experimentado piloto Brahil hizo el viaje aún más seguro; y eso que el gran tráfico espacial era el causante de accidentes graves.

Afortunadamente, nada malo sucedió y los habitantes del planeta Veraz recibieron a la tripulación con ansias y expectativas. Entendían que los viajeros debían estar muy cansados por la travesía y tenían derecho a descansar, así que no hicieron problema cuando vieron que el equipo se dirigía a su edificio para hacer el descanso. Programaron uno equivalente a 3 días en sus camas inteligentes, y al cabo de una hora salieron de allí listos para dar a conocer a la población los detalles de su investigación en el lejano planeta Tierra.
El comandante Brahil fue el primero en acercarse a la multitud. Fue seguido por sus subordinados. Un hombrecillo pequeño le alcanzó a su mano violácea un extraño aparato, que aparentaba ser una especie de micrófono. Claro que no era uno normal, sino que gracias a éste, todos los pobladores del planeta Veraz podían escucharlo, desde cualquier lugar.
Movió su cabeza larga, ovalada y cubierta por algo parecido a un casco, más bien una protección de un material singular, antes de comenzar a hablar. Inició su charla, obviamente en su idioma, mostrándose reservado y mirando a los ojos de la deseosa muchedumbre. Sus palabras fueron éstas:
«El Humano. Cierto es que no difiere demasiado de nosotros físicamente a comparación de otras civilizaciones, pero según hemos visto, esa tal vez sea la única semejanza. Su piel puede encontrarse de tonos distintos, desde claros hasta oscuros; lo mismo sucede con una serie de filamentos que nacen en abundancia en la cabeza y se distribuye también en el cuerpo. Puede morir a

cualquier edad, por innumerables motivos; no está sistematizado su tiempo de vida como nos sucede a nosotros. Por el ambiente se hallan grandes variedades de algo que llama enfermedades, que también contribuye a acortar vidas.
Dice encontrarse en el año 2303, por un suceso no comprobado que supuestamente sucedió hace esa cantidad de años, y que las generaciones muy anteriores han mantenido por algo que llaman fe. Sin embargo, los pocos Humanos que nos hablaron en su extraño idioma, dicen que sólo utilizan ese calendario por una cuestión de organización y no por creer en él.
Pudimos notar que es un ser, en general, para nada dispuesto a establecer relaciones con otros, a menos que sea con la condición de sacar una recompensa. No habla mucho, y la mayoría de ellos vive en pequeños grupos donde manda uno solo, provista de armas de tecnología anticuada. Normalmente, las noticias se informan con aparatos que llevan encima, los cuales muestran con imágenes las novedades - insólitamente buenas, por cierto.
El entorno es casi en su totalidad de color gris, dominado por grandes edificios, ruinas, restos de enormes máquinas en desuso, chatarra y cosas por el estilo. Hace un calor intenso en la mayor parte de las zonas, hallando escasos lugares con zonas templadas.
En uno de nues

tros recorridos, los cuales hacíamos discretamente porque sabemos que a ellos les disgusta profundamente la visita de seres de otros planetas, encontramos Humanos que desencajaban con esta habitual actitud. Por el contrario, se mostraban dispuestos a hablarnos y contarnos sobre ellos mismos. Quizá sea por ésto que los encontramos en una zona desolada, con alrededor de diez Humanos. Este lugar presentaba características opuestas a las del planeta en general; tenía algo de colores verdes que llamaban vegetación, muy parecida a la de nuestro mundo. Asimismo, vivían en forma primitivísima, no tenían armas, sus ropas eran totalmente diferentes a la del resto y se alimentaban de elementos que nacían del suelo. Estaban incomunicados de la sociedad.
Uno de ellos guardaba en su precaria casa, una especie de caja, que según él, tenía cosas obsoletas e innecesarias de siglos atrás y que eran imposibles de entender, ya sea por ellos o por los más inteligentes Humanos. Al abrirlo, vimos objetos cuadrados que por dentro tenían hojas impresas con un desconocido conjunto de símbolos, y unidas todas por uno de sus lados. Intentamos descifrarlo, y al cabo de algunos minutos, pudimos hacerlo. Qué capacidad más pequeña deben tener si no fueron capaces de interpretar eso, y de cuántas cosas nunca se enteraron ni se enterarán. Seguramente, han vivido siempre preocupados en crear con el propósito de trabajar y cansarse menos, lo que con el tiempo se aplicó también a su pobre intelecto que para pocos temas útiles sirve en estos momentos. Desde mi punto de vista, es algo ridículo que no se sepan usar estos objetos, que luego nos enteramos que se llaman Libros, y que queden tan pocos. Probablemente, esta situación sin Libros había sido planificada previamente.
Bueno, el punto es que gracias a estas obras nos enteramos de cuestiones bastante importantes. Siglos atrás, varios siglos, el planeta estaba cubierto casi totalmente de vegetación o de cualquier tipo de suelo en su estado natural más puro. El tétrico color gris de alrededor sólo podía divisarse en los días en los que el Sol era tapado por las nubes, en los que cielo se teñía de este color, para luego dejar caer un preciado y cristalino líquido llamado Agua. Éste existía en abundancia y estaba a disposición de cualquier Humano que lo quisiera. Pero la negligencia y la falta de moderación hicieron que hoy este líquido escasee y sólo se encuentre puro en zonas remotas, como la que habitan estas personas. Las grandes cantidades de agua que ahora podemos ver poseen un color oscuro y casi negro, y están repletas de desechos y otros líquidos. Por eso, los Humanos hasta se matan entre sí con el fin de poder conseguir algo de Agua en su estado natural para beberla. Fue una fortuna ver llover, es el único momento de poder sentir la sublimidad de este fluido. No se asemeja en lo más mínimo a nada que podamos encontrar en nuestro planeta.
También, supimos que además de la vegetación, existieron otros seres vivos llamados Animales. Los había de infinitas formas, colores, contextura y vivían en diferentes espacios. Bueno, no habrán sido tan infinitas porque ahora sólo quedan pequeños e insignificantes organismos que se escabullen por nuestros grandes pies. Nada que ver con los que pudimos observar en las imágenes de los Libros, y con las capacidades que la mayoría tenía. El Humano nunca valoró estas cualidades, únicamente mentes prodigiosas pudieron hacerlo y había pocas; que poco a poco desaparecieron, es lo que suponemos. Según los Libros, de los Animales sólo podían extraerse alimentos, pieles y otras cosas. Seguramente, verlos correr y vivir debió haber sido lo más bello.
En otro escrito, de un tema muy distinto, se hablaba de algo llamado Amor. Descripto como algo imposible de saber qué es con sólo leer su significado en un Libro. Aunque no es difícil darse cuenta que nada de eso existe en el planeta Tierra en estos momentos, ni ese ni otros sentimientos o valores llamados Respeto, Justicia e Igualdad.
Había otro tipo de obras, con los mismos símbolos y formas de los Libros, pero más sencillos y grandes. Se llamaban Diarios, y equivalían a los aparatos que actualmente usan para informarse con imágenes. Éstos también las tenían, pero predominaban los signos y databan de los años 2030 y 2031. En ellos eran evidente las malas circunstancias de muchos, y se anticipaba la funesta situación que pudimos percibir. La falta de alimentos se hacía sentir y por eso morían miles al día, también por las constantes catástrofes climáticas que el Humano hacía provocar a la Naturaleza. Quitar vegetación, contaminar agua y suelo eran temas comunes para ellos. Pero a pesar de todos estos hechos, la ciencia seguía desarrollando máquinas que muy pocos podían conseguir, y que nada servían para ayudar a la gran masa de gente que moría día a día y al ambiente. Claro que esta forma de interpretar no se encontraba.
Y todo esto lo pudimos saber gracias a elementos que ningún Humano notó o ni se preocupó en descifrarlos y darlos a conocer. Nosotros somos de otro planeta, así que ni nos preocupamos en mostrar a los otros seres de qué se trataban estas cosas. Cada mundo debe seguir su camino por su cuenta y haciéndose responsable de sus acciones».
El Comandante hizo una pausa antes de continuar diciendo:
«Pero todas las cosas buenas que he nombrado son del Pasado. Nada tiene que ver con el Presente que vimos. Ni Animales, ni Agua pura, ni vegetación son posibles de ver, y ni hay oportunidad de notar buenos sentimientos. Los Humanos tienen una vida automatizada donde lo único que importa es aumentar su territorio de dominio. Son pequeñas sociedades dominadas por una persona a las que todos obedecen y sirven, y protegen en casos de ataque.
Toda la belleza del planeta se ha reducido a la nada. Así que, por todo lo que hemos visto y aprendido, nos damos cuenta de que lo mejor será no hacer ningún acuerdo con ese planeta, alejarnos para siempre y lo más importante, tomarlo como un ejemplo de lo que no debemos hacer».
El público presente asintió con la cabeza y se retiró conforme, caminando lentamente.

Cecilia Bettiol - 3er. Año "A" Turno mañana- Escuela de Enseñanza Media Nº 209 -